sábado, 13 de diciembre de 2008

A 2 años de otra gesta heroica

13 de Diciembre de 2006, una fecha que quedará para siempre en los corazones albirrojos. Estudiantes jugaba en el estadio José Amalfitani de Liniers la posibilidad de ser campeón luego de 23 años enfrentando al Boca multicampeón que iba por el tricampeonato.
10 días antes el Pincha estaba a 4 puntos del puntero cuando sólo faltaban 6 puntos en disputa. Boca jugaba en Córdoba con Belgrano y si ganaba era campeón, pero terminó perdiendo 1-0 con gol de Peppino. Estudiantes jugaba en la difícil cancha de Argentinos Juniors, arrancó perdiendo 1-0 el primer tiempo y en el segundo con actitud, fútbol y coraje lo empató con gol de Pavone y a 4 minutos del final parecía que la hazaña de acercarse a la punta era posible cuando la Brujita estampaba el 2-1. Pero ya en tiempo de descuento, el uruguayo Choy (de pasado tripero) convertía el empate que festejó alocadamente (y que hasta le valió una plaqueta de parte del club que lo hechó meses antes). Parecía que el sueño se acababa, quedaban 3 puntos en juego y la diferencia era la misma con Boca, solamente se podía aspirar a jugar una final...
Domingo 10 de diciembre, Boca tiene todo preparado para dar la vuelta en la Bombonera, el rival es Lanús y con empatar es campeón. Mientras tanto una multitud arrasa las entradas y revienta la capacidad permitida del Estadio Ciudad de La Plata para jugar con Arsenal, convencidos de que todavía se podía porque en la cancha había 11 leones y un técnico con la cabeza muy fría pero el corazón muy caliente. No llegaban buenas noticias de la boca, Palermo convertía de penal. Se acababa el primer tiempo en las 2 canchas y la distancia ahora era de 4 puntos. En el segundo tiempo la hazaña empieza a tomar forma, empata Graff para Lanús y minutos después lo que parecía imposible se hace realidad: Gol de Archubi, Lanús le ganaba a Boca en la Bombonera, pero Estudiantes no podía doblegar al duro equipo de Sarandí. Hasta que llegó el minuto 41: centro de la enorme Bruja y la cabeza heroica de Agustín Alayes, el de los goles importantes, la pelota que roza el travesaño y el delirio, la locura, la explosión de un Estadio y de una ciudad. Las lágrimas de los jugadores, de la gente, del técnico, porque lo que nadie creía era realidad. Ya en tiempo de descuento Pavone clavó el segundo para asegurar el resultado y 1 minuto después finalizaron los 2 partidos simultáneamente: el golpeado Boca multicampeón ahora debía definir en un partido a todo o nada el campeonato apertura 2006 contra un León que llegaba con el anímo por las nubes y con mucho hambre de lograr cosas importantes.
Y llegó el 13 de diciembre (todavía no puedo creer haber estado en esa platea alta del estadio de Vélez y vivir lo que viví): 18000 personas con entradas, miles mas que fueron porque no podía perderse la fiesta. Los nervios previos, la salida con papelitos, bengalas, globos, el comienzo del partido, Palermo que clava un puñal en el corazón Pincha a los 2 minutos de comenzado el partido, un primer tiempo con dudas, con muchos nervios, la expulsión de Ledesma y Pablo Alvarez, Palermo que casi sentencia el partido al quedar mano a mano con Andújar y la tira desviada, y Pavone que revienta el parante izquierdo de Bobadilla al final del primer tiempo.
La gente que estaba afuera del estadio es dejada entrar y el marco de las tribunas ahora es impresionante. Empieza el segundo tiempo, el cholo arma una línea de 3 con Angeleri de último hombre y Ortiz y Alayes de Stoppers, a los pocos minutos sale Galván y entra Benitez y el partido cambia decididamente: Estudiantes empieza a acorralar a Boca, que parece no tener respuestas. Lavolpe saca a Guille quién se va festejando y celebrando como si ya fuera campeón (es entendible, sus raíces triperas lo hacen festejar antes de tiempo), y 2 minutos después tiro libre para el Pincha a metros del área de Boca: la pide José Sosa, el pibe humilde y callado pero de calidad infinita que Bilardo supo hacer debutar y bancar en primera. La acomoda, toma 3 pasos y con la pegada de un verdadero crack la clava en el ángulo superior derecho del arco. Empate, pero el equipo de Simeone quería más, y así fue a buscarlo contra un Boca que ya no tenía resto físico ni futbolístico, hasta que llego el minuto 36: saque largo de Andújar, la pelota larga para Pavone, 2 defensores que dudan y el Tanque que nunca da ninguna por perdida le hace un sombrero a la salida desesperada de Bobadilla, y sin dejarla picar la cabecea al fondo de la red y empieza la carrera alocada y el grito que se le dibuja en la cara. La tribuna explota, La Plata explota, el país celebra el corazón, el coraje y el fútbol de éste equipo, quedan 15 minutos con descuento, algunas chances más desperdiciadas por Estudiantes que sólo sirven para hacer más dramático el final. Ultimo minuto, el ultimo centro, Palermo que la baja para la entrada de Palacios y Andújar que anticipa y se queda con la pelota del campeonato, el pedido a Pezzota de cuánto más piensa jugar, el saque largo, la pelota que se va afuera, el final, el delirio, el llanto, la emoción, la locura, el abrazo interminable vaya a saber con quién. ESTUDIANTES DE LA PLATA CAMPEON, 23 años después, la brujita llorando abrazado con su viejo, la gran Bruja, la de las grandes hazañas de otros tiempos, con la remera con la número 2 del recordado y querido Ruso Prátola, con Caldera que no pudo estar pero que festeja más que nadie, y ahi se los ve a Mariano, a Marcos (que jugó el mejor partido de su vida, bancándose de último hombre a Palermo, Palacio y guilermo y no falló nunca), a Pablito, a Agustín, al tano, al chino, al chapu, a Galván, a Sosita, al tanque, al payaso, al lechuga, a todos, a todos ellos simplemente gracias. Y gracias a vos Cholo, que fuiste el hacedor de ése equipo y nos metiste en la cabeza la idea que se podía, que nunca hay que rendirse, que supiste meterte en la forma de ser del hincha de Estudiantes y entendiste que no somos un club más, que Estudiantes es especial.
En el momento que terminó el partido, un diluvio cubrió la ciudad de La Plata, mientras miles y miles copaban las calles platenses para festejar. Dicen algunos que esas gotas eran las lágrimas de los que ya no están fisicamente pero sí en nuestros corazones (Don Osvaldo, Manera, el profe Echeverría, Mariano Mangano, el Ruso) que no pudieron aguantar la emoción.

Pasaron 2 año, parece que fue hace un ratito nomás...

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